"La lipoescultura permite una remodelación corporal mediante la extracción de los acúmulos de grasa localizada."
La liposucción, o lipoaspiración es una técnica quirúrgica que permite un remodelado de la silueta a través de la extracción de grasa o tejido adiposo de diversos sitios del cuerpo.
El propósito de esta operación es moldear el cuerpo del paciente y reducir el peso, pero estrictamente no es un tratamiento para el control de la obesidad. El tejido adiposo no se extrae de todo el cuerpo, sino tan sólo de algunas zonas, siendo las más comunes el abdomen, los muslos, las nalgas, los brazos y el cuello.
También se puede realizar una liposucción con la finalidad de disminuir unos centímetros de cintura o caderas para conseguir una mejor apariencia.
Dependiendo de las zonas a mejorar, llevará más o menos tiempo, entre una y tres horas, y se realizará bajo anestesia local y sedación o anestesia general. Así también, el paciente podrá ser dado de alta el mismo día o requerir una noche de ingreso.
Se realiza la infiltración de la zona con una solución que prepara la grasa para la extracción. Tras unos minutos, se extrae el exceso de grasa de las zonas elegidas con una serie de cánulas.
Es muy importante realizar la liposucción de manera homogénea, evitando las depresiones. El paciente saldrá de quirófano con una faja compresiva que deberá llevar durante un mes, con el fin de que la piel se adapte a su nuevo volumen.
Las primeras dos semanas, los líquidos infiltrados dan apariencia de hinchazón, pero se van eliminando poco a poco.
El resultado final podrá verse al cabo de dos o tres meses, que es lo que tarda el cuerpo en eliminar este exceso de líquidos, en desaparecer la inflamación y en que se produzca la readaptación de la piel.