Una patología que afecta a cada vez más mujeres. Con un fuerte impacto estético, el retroceso de la línea frontal del cabello se suma la desaparición de las cejas.

Si hasta hace un par de décadas la Alopecia Frontal Fibrosante era un completo desconocido, hoy día ha pasado a ser una de las patologías del cabello más preocupantes por su fuerte impacto estético. El retroceso de la línea del crecimiento del cabello no presenta una causa concreta determinante, por lo que resulta mucho más complicada su prevención, aunque está directamente relacionada con el estrés y las alteraciones hormonales fruto de la menopausia y la post-menopausia. Este motivo hace que mayoritariamente afecte a mujeres de mediana y avanzada edad, a partir de los 45 años, siendo prácticamente inexistente en hombres.

“Una vez que aparece, no hay nada que hacer”, así de rotundas son las palabras del Dr. Eduardo López-Bran, director de Imema, Instituto Médico Estético de Madrid. La Alopecia Frontal Fibrosante viene acompañada por una alteración en la estética facial muy importante y se caracteriza por el retroceso de cuatro a cinco centímetros de la línea de crecimiento del cabello –también conocida como línea de implantación frontotemporal–, a lo que se suma la pérdida de las cejas. “Sin una explicación que indique cuál es su causa directa, lo que sí sabemos es que hay una inflamación en el folículo piloso que acaba destruyéndolo de un modo irremediable e imparable en su trayectoria. Su única ventaja es que una vez que se estabiliza, no avanza más”, afirma López-Bran.

La zona queda devastada, con un adelgazamiento de la piel y una notable reducción del riego sanguíneo. Aunque se han probado diferentes tratamientos para frenarlo –como corticoides, finasteride o minoxidil–, hasta el momento ninguno ha demostrado un beneficio claro ni en la detención de la pérdida de cabello ni en su repoblación. La única solución sería el transplante capilar, procedente de otra zona sana, que sí demuestra unos resultados estéticos satisfactorios.

Si la Alopecia Frontal Fibrosante es detectada en sus primeras etapas, es posible frenar el impacto estético repoblando la zona con progresivos transplantes según se va perdiendo el cabello, consiguiendo que no sea perceptible la situación.

 

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