Nevus
La mayoría de los nevus son totalmente benignos. Sin embargo,
la principal preocupación es que degenere en un melanoma maligno
en el que el diagnóstico precoz es vital.
¿Qué es un nevus?
Los lunares o nevus son lesiones pigmentadas de la piel que suelen aparecer en la cara, cuello, espalda o pecho durante la infancia o adolescencia. La mayoría de la personas suelen desarrollar entre 10 y 40 nevus a lo largo de su vida, generalmente antes de los 20 años.
Además, los lunares aumentan de tamaño durante la pubertad y el embarazo; y con la exposición al sol se oscurecen.
La mayoría de los nevus son totalmente benignos. Sin embargo, la principal preocupación es que degenere en un melanoma maligno (un tumor) en el que el diagnóstico precoz es vital. Por ello, los nevus deben ser revisados periódicamente en función de su número y forma para descartar un posible melanoma u otras enfermedades.
Tipos de nevus
- Nevus melanocítico (o lunar común). Pequeñas manchas de no más de 5mm de un solo color (el cual puede variar de marrón oscuro a color de piel).
- Nevus congénito: son lunares o marcas de nacimiento. Su color, forma y tamaño son variables. Sin embargo, si es de gran tamaño, existe un riesgo mayor de degenerar en un melanoma.
- Nevus displásico o nevus atípico: con un tamaño superior a 6 milímetros de diámetro, asimétricos, con bordes irregulares, con diferentes colores en su interior y con elevaciones). Se pueden confundir con los melanomas.
- Nevus spitz: Son más frecuentes en niños.
Signos de alerta
En general, los lunares no presentan ninguna complicación. Sin embargo, se debe de prestar especial atención a los cambios en el tamaño, color, forma y a la aparición de síntomas como el dolor, picor o sangrado espontáneo de los nevus o lunares.
Algunos de los signos de alerta que nos pueden orientar a la hora de detectar una posible lesión maligna sobre la piel responden a las siglas ABCDE (denominados así por la Organización Mundial de la Salud), que responden a las siguientes características:
- ASIMETRÍA: Se debe trazar una línea imaginaria en la mitad del lunar y observar si hay asimetría entre ambos lados.
- BORDES: Bordes poco definidos, irregulares con entrantes y salientes como un mapa, esto significará una mayor necesidad de control.
- COLOR: La coloración heterogénea con diferentes tipos de color dentro del lunar y una distribución no uniforme del pigmento, es un signo de alerta.
- DIAMETRO: Nevus con un diámetro mayor a 6mm. implica mayor riesgo.
- ELEVACIÓN: Otro signo de alarma es cuando la superficie del lunar se eleva.
Deben prestar especial atención a estos signos:
- Personas de piel blanca, pelo rubio o pelirrojo y con ojos claros (verdes, azules y grises).
- Personas con familiares que hayan tenido melanoma.
- Personas con muchos lunares o de tamaño muy grandes.
- Personas con exposiciones solares prolongadas.
Diagnóstico y tratamiento
El control y seguimiento de los lunares es primordial para evitar posibles complicaciones. Ante cualquier mínima sospecha, se puede recurrir a la dermatoscopia, técnica de diagnóstico dermatológico que se emplea, principalmente, para la prevención y el diagnóstico de tumores malignos de la piel, así como el seguimiento de los lunares en toda la superficie cutánea.
La dermatoscopia puede evitar, con una precisión alta, las extirpaciones quirúrgicas innecesarias de algunos lunares atípicos pero que no presentan malignidad.
Sin embargo, en el caso de que el especialista vea signos de alarma, se realizará la extirpación quirúrgica del nevus así como un estudio histológico posterior (biopsia).
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