Diagnóstico
La valoración y el diagnóstico temprano son fundamentales para
determinar el posible tratamiento alopécico.
La alopecia es la pérdida de pelo en zonas que habitualmente lo poseen (cuero cabelludo en la mayoría de los casos, aunque también puede afectar a las cejas, pestañas, barba o pelo corporal).
Sus causas son múltiples y variadas, con diferente naturaleza y pronóstico; y más allá de suponer un motivo de preocupación y repercusión estética, las distintas formas de alopecia constituyen verdaderas enfermedades del folículo piloso.
Una valoración tricológica completa por un Dermatólogo- Tricólogo (especialista en enfermedades del pelo y cuero cabelludo) incluye:
Una historia clínica minuciosa. En muchas ocasiones es necesario realizar un estudio analítico que permita evidenciar alguna de las causas que habitualmente están implicadas en la pérdida de pelo tanto en hombres como en mujeres.
En casos muy concretos puede ser necesario la realización de una biopsia y estudio anatomopatológico, que consiste en la obtención de un pequeño fragmento de la piel del cuero cabelludo de la zona afectada y envío al especialista en anatomía patológica del pelo quién nos dará su opinión para que, conjuntamente con los datos clínicos, podamos dar un diagnóstico.
Hoy en día, una técnica de gran utilidad para el diagnóstico de la pérdida de pelo es el empleo de una herramienta llamada tricoscopio, que incorpora una minicámara digital con luz polarizada y una lente que aumenta hasta 30 veces el área seleccionada. La imagen resultante se visiona a través de un monitor lo que permite al Dermatólogo-Tricólogo y al paciente, a la vez, comprobar in situ la densidad y calidad de su propio pelo.
Con todas estas herramientas, junto con la historia clínica, se podrá realizar un diagnóstico correcto que permitirá un tratamiento orientado a combatir las causas que están provocando la pérdida de cabello, o si esto no fuera posible, instaurar un tratamiento sintomático.
En el momento actual, los dermatólogos disponemos de tratamientos eficaces para detener la caída, prevenirla o, incluso, para recuperar el pelo perdido cuando las circunstancias del paciente lo permiten.
A pesar de que la alopecia común o androgenética es la más conocida y prevalente, cuyo origen está en la predisposición genética o en la alteración hormonal andrógena, existen otras 149 formas de calvicie. Si no se identifica correctamente la causa de la pérdida del pelo difícilmente se podrá actuar sobre el problema.
A pesar de que la alopecia común o androgenética es la más conocida y prevalente, cuyo origen está en la predisposición genética o en la alteración hormonal andrógena, existen otras 149 formas de calvicie. Si no se identifica correctamente la causa de la pérdida del pelo difícilmente se podrá actuar sobre el problema.