Tipos de calvicie y sus causas
La alopecia es la pérdida de pelo en zonas que habitualmente lo poseen (cuero cabelludo en la mayoría de los casos, aunque también puede afectar a las cejas, pestañas, barba o pelo corporal). Sus causas son múltiples y variadas, con diferente naturaleza y pronóstico; y más allá de suponer un motivo de preocupación y repercusión estética, algunas constituyen verdaderas enfermedades del folículo piloso. Una valoración tricológica completa con historia clínica, exploración física y tricoscópica y en ocasiones biopsia capilar, nos permite realizar un diagnóstico preciso y plantear opciones terapéuticas adecuadas.
De forma muy general, podemos clasificar las alopecias en dos grandes grupos, dependiendo de si el cabello perdido se sustituye o no por una cicatriz definitiva que impide su recuperación:
Alopecias no cicatriciales
En ellas, aunque se produzcan alteraciones en el ciclo capilar o en las características del tallo piloso, el folículo no sufre un daño definitivo hasta las fases más avanzadas, por lo que es posible una recuperación espontánea o con el tratamiento adecuado.
- Alopecia androgénica (calvicie común): es la alopecia más frecuente en nuestro medio. Afecta tanto a hombres como mujeres (con características clínicas algo diferentes), y puede abarcar cualquier rango de edad. El fenómeno central es la miniaturización progresiva de los tallos pilosos, lo que ocasiona una pérdida de densidad y un clareamiento del cuero cabelludo. Aunque tiene un origen multifactorial, la sensibilidad a los andrógenos circulantes juega un papel relevante.
- Efluvio telógeno: este tipo de alopecia se debe a una sincronización anómala del ciclo capilar como consecuencia de un agente externo (infecciones, inicio o cese de medicación, cambios estacionales, exposición solar, eventos vitales estresantes…), de forma que una gran cantidad de cabellos pasan a la vez a la fase de caída (telogen) y como consecuencia se desprende diariamente un mayor número de pelos de lo habitual. Aunque generalmente es autolimitada y goza de un buen pronóstico (ya que, si al folículo piloso no le afecta ninguna otra condición, tras la caída del cabello se iniciará un nuevo ciclo que reemplazará el tallo con normalidad), los pacientes suelen consultar con gran preocupación porque el ritmo de caída puede ser muy llamativo y repercutir visualmente en el volumen total.
- Exploración: las maniobras de tracción del cabello provocarán la pérdida de varios tallos (pilotracción positiva).
- Efluvio anágeno: En este caso, no se produce un paso rápido y sincronizado a la fase de caída, sino que numerosos cabellos ven bruscamente interrumpida su etapa de crecimiento y se desprenden de forma simultánea en esta fase (anagen). Un daño tan intenso y brusco suele estar vinculado a tratamientos oncológicos. Es habitual la recuperación una vez finalizado el tratamiento, aunque no siempre de forma completa.
- En la exploración se comprueba el desprendimiento de mechones de cabello con la tracción, pudiendo observar sus raíces distróficas.
- Alopecia areata: Este tipo de alopecia es en realidad una forma de efluvio anágeno provocado por un fenómeno autoinmune, de forma que es el propio sistema inmunológico el responsable de la interrupción precoz de la fase anágena, haciendo que el tallo se desprenda brusca y llamativamente. Generalmente afecta de forma parcheada, con áreas totalmente alopécicas de distinto tamaño y localización, aunque existe una forma difusa que supone una mayor dificultad diagnóstica. Por suerte, hasta un tercio de los casos se resuelven incluso sin tratamiento.
- Exploración: pilotracción intensamente positiva. Será importante descartar mediante estudio analítico otras enfermedades autoinmunes, como problemas tiroideos.
- Alopecia por tracción/Tricotilomanía: pérdida capilar localizada, debida a maniobras de roce o arrancamiento, que en la mayoría de los casos son realizadas de forma inconsciente por los pacientes o por algunos de sus hábitos sobre el cabello (por ejemplo, el roce constante de pinzas, horquillas o adhesivos). Debido a que los pacientes no suelen relacionar el cuadro con la manipulación, nos enfrentamos a una cierta dificultad diagnóstica.
- Por suerte, la exploración puede ser bastante sugestiva, observando un patrón irregular que no corresponde con ningún otro cuadro clínico, pelos rotos a distintos niveles, puntos negros, y ausencia de los signos que aparecen en otras patologías. No es raro tener que recurrir a una biopsia de piel de cuero cabelludo para su confirmación.
- Alopecia traccional: En algunas personas genéticamente predispuestas, la tracción recurrente que suponen los peinados tirantes sobre el folículo piloso provoca una pérdida progresiva del cabello, que generalmente afecta a las zonas sometidas a mayor tensión (región frontal o bitemporal en el caso de cola de caballo o moños altos, línea sagital en el caso de trenzas). En casos de afectación sostenida durante mucho tiempo, la pérdida capilar puede llegar a ser definitiva e irreversible.
- Tiña capitis: la afectación del folículo piloso por hongos afecta sobre todo a pacientes de edad pediátrica, y puede tener diversas formas de presentación clínica. En la variante no inflamatoria y no cicatricial, observamos una o varias placas con pérdida parcial o total de pelo y picor asociado.
- En la exploración comprobaremos como el pelo afectado se desprende con una mínima tracción (pilotracción positiva). Lo habitual es tomar una muestra de las escamas y los cabellos desprendidos para realizar un cultivo de hongos y poder identificar el agente causal.
Alopecias cicatriciales
En ellas, el daño que sufre el folículo es tan intenso que puede provocar, incluso en fases iniciales, una cicatriz que impida la recuperación capilar. En estos casos el tratamiento tiene como objetivo detener el avance de la alopecia, no siendo esperable, en la mayoría de los casos, la recuperación del pelo perdido.
- Alopecia Frontal Fibrosante: su incidencia se ha incrementado notablemente desde su descripción inicial en 1994, siendo la alopecia cicatricial más frecuente en la actualidad. Se trata de una inflamación de tipo crónico (a expensas de linfocitos) que provoca una destrucción progresiva de la línea de implantación frontal, aunque también puede afectar a las patillas y/o a las cejas. Aunque se han realizado importantes avances en su compresión (actualmente sabemos que existe cierta influencia hormonal y un componente autoinmune), siguen sin conocerse con exactitud los factores externos predisponentes o desencadenantes.
- Exploración: retracción de la línea de implantación frontal (o de las localizaciones descritas), que queda sustituida por una piel cicatricial, sin presencia de vello.
- Liquen Plano Pilar: el Liquen Plano es una enfermedad de la piel y las mucosas que, en ocasiones, puede afectar también al folículo piloso del cuero cabelludo, o hacerlo incluso de forma aislada. Se trata también de una inflamación de tipo crónico (linfocítica) de causa desconocida, que provoca parches alopécicos de predominio en la zona de la coronilla, generalmente acompañados de prurito o dolor (tricodinia).
- Exploración: pequeñas áreas alopécicas parcheadas que pueden confluir en placas más grandes..
- Foliculitis decalvante: patología algo menos frecuente que afecta sobre todo a varones jóvenes en forma de áreas de alopecia acompañadas de eritema, pústulas y costras, prurito y dolor. Sabemos que el staphilococo aureus (una bacteria que forma parte del microbioma habitual de nuestra piel) tiene un papel predominante, causando en estos pacientes, genéticamente predispuestos, una respuesta inflamatoria anómala que destruye el folículo piloso. Cursa en forma de brotes y puede fluctuar entre una fase más aguda y otra con cambios más crónicos, que sería más parecida al Liquen Plano Pilar. Su tratamiento es complejo y tiene como objetivo controlar y distanciar los brotes.
- En la fase aguda encontraremos áreas alopécicas intensamente eritematosas y sintomáticas, con pústulas, supuración, costras, y una característica agrupación de los tallos pilosos en “penachos”.
- Celulitis disecante: Otra entidad poco frecuente, también más habitual en varones jóvenes, caracterizada por la formación recurrente de nódulos y abscesos en el cuero cabelludo, con pérdida capilar asociada. Se debe a la obstrucción de las salidas foliculares y acumulación de material en su interior, que posteriormente se sobreinfecta, de forma similar a lo que ocurre en otros fenómenos como el acné o el sinus pilonidal, con los que puede asociarse.
- Durante el brote observaremos nódulos inflamatorios más o menos fluctuantes, sobre todo en la zona de la coronilla, que pueden drenar material purulento. Tras la curación pueden quedar cicatrices hipertróficas en las que el pelo no se recupere.
- Lupus discoide: el lupus es una enfermedad autoinmune que puede afectar sólo a la piel o tener repercusión en diversos órganos. En su variedad discoide, que generalmente sólo tiene afectación cutánea, puede verse implicada también la piel del cuero cabelludo en forma de brotes de lesiones pruriginosas, sobre todo en las épocas de mayor exposición solar.
- En la exploración observaremos placas eritemato-descamativas en las zonas fotoexpuestas.
- Tiña capitis: en ocasiones, la afectación del folículo piloso por hongos puede desencadenar una respuesta inflamatoria intensa denominada “querión de Celso” que cursa en forma de placa alopécica con eritema, pústulas, costras y supuración característica en espumadera, y que puede dejar una alopecia residual tras su curación.
Existen otras causas de alopecia que, por su menor frecuencia en nuestro medio, no han sido incluidas (alopecia central centrífuga, acné queloideo de la nuca, dermatosis erosiva del cuero cabelludo, displasias pilosas de la infancia…).
Como se desprende de esta breve revisión, existe una gran variedad de tipos de alopecia con origen, tratamiento y pronóstico muy diferentes. Es por ello que ante una pérdida capilar es imprescindible una valoración tricológica especializada, que permita realizar un diagnóstico adecuado e instaurar lo antes posible el mejor tratamiento.
Alopecia femenina
Las mujeres también padecen de alopecia. Sin embargo, cuando
lo sufren, pueden tener asociados mayores problemas psicológicos.
Alopecia androgenética
La alopecia androgenética, o calvicie común, es el tipo de alopecia
más frecuente entre los hombres.