Cáncer de piel
La prevención y el diagnóstico precoz del cáncer de piel en sus diferentes
modalidades, y en especial en el melanoma, es vital, ya que en esos
casos el tratamiento quirúrgico es curativo.
El cáncer de piel
El cáncer de piel (crecimiento anormal de las células de la piel) es uno de los cánceres más comunes en el ser humano. De hecho, uno de cada tres cánceres diagnosticados en el mundo se trata de cáncer cutáneo.
Por ello, ante la mínima sospecha, es fundamental acudir al dermatólogo para su control y seguimiento. La prevención y el diagnóstico precoz del cáncer de piel en sus diferentes modalidades, y en especial en el melanoma, es vital, ya que en esos casos el tratamiento quirúrgico puede ser curativo.
Factores de riesgo del cáncer de piel
La aparición de un cáncer cutáneo puede verse favorecido por determinados factores genéticos y ambientales. Estos factores determinan que hay grupos de personas con mayor probabilidad de desarrollarlo. Entre ellos cabe destacar:
- La exposición solar y quemaduras solares.
- Las personas de piel blanca, pelo rubio o pelirrojo y con ojos claros (verdes, azules y grises) sufren mayor riesgo de padecer un melanoma.
- Presencia de nevus (lunares) atípicos (nevus mayores de 6 milímetros de diámetro, asimétricos, con bordes irregulares, con diferentes colores en su interior y con elevaciones). Estos nevus son más propensos a malignizarse.
- Cuanto mayor sea el número de nevus atípicos mayor será el riesgo. Igualmente a mayor tamaño mayor riesgo.
- Presencia de nevus congénitos (presentes desde el nacimiento), sobre todo gigantes.
- Haber padecido ya un melanoma.
- Tener antecedentes familiares de melanoma.
Es fundamental realizar la prevención adecuada, sobre todo protegiéndose de la radiación ultravioleta. Asimismo, una revisión de la piel en el dermatólogo permite detectar rápidamente aquellos tumores que precisen tratamiento y/o vigilancia estrecha.
Tipos de cáncer de piel
Hay muchos tipos de cánceres en la piel, pero hay tres que se dan con más frecuencia:
- Carcioma o epitelioma basocelular: es el más frecuente de todos. Su ritmo de crecimiento es lento, por lo que es menos probable su diseminación por el organismo. El principal factor de riesgo de este cáncer de piel es la exposición solar crónica. Por ello, suele aparecer en zonas más expuestas como la cara, escote o espalda. Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, la probabilidad de curación es del 95%.
- Carcioma o epitelioma escamoso o espinocelular: es el segundo cáncer de piel más común. Al igual que el anterior, su principal factor de riesgo es la excesiva exposición al sol, sin embargo, este carcioma es más agresivo y su ritmo de crecimiento más rápido. En este sentido, es fundamental un diagnóstico precoz para evitar una metástasis.
- Melanoma: es el menos común pero el más peligroso, originado en los melanocitos. Suele aparecer en personas de piel clara, con numerosos lunares (nevus) y/o quemaduras solares. Su facilidad para diseminarse hace que la detección precoz sea incluso más importante que en el resto. En este caso, es fundamental revisarse los lunares o pecas).
Signos de alerta del cáncer de piel
En general hay que vigilar todas aquellas lesiones cutáneas nuevas y observar si tienen tendencia a la curación o por el contrario crecen o no terminan de curar. También es necesario prestar la atención a los lunares, sobre todo en los cambios de tamaño, color, forma y a la aparición de síntomas como el dolor, picor o sangrado espontáneo de los nevus o lunares.
Algunos de los signos de alerta que nos pueden orientar a la hora de detectar una posible lesión maligna sobre la piel responden a las siglas ABCDE (denominados así por la Organización Mundial de la Salud), que responden a las siguientes características:
- ASIMETRÍA: Se debe trazar una línea imaginaria en la mitad del lunar, y observar si existe asimetría entre ambos lados.
- BORDES: Bordes poco definidos, irregulares con entrantes y salientes como un mapa, esto significará una mayor necesidad de control.
- COLOR: La coloración heterogénea con diferentes tipos de color dentro del lunar y una distribución no uniforme del pigmento, es un signo de alerta.
- DIAMETRO: Nevus con un diámetro mayor a 6mm. implica mayor riesgo.
- ELEVACIÓN: Otro signo de alarma es cuando la superficie del lunar se eleva.
Diagnóstico y tratamiento del cáncer de piel
DIAGNÓSTICO
En algunas ocasiones no es necesario realizar ninguna prueba puesto que el diagnóstico se da en la clínica. Cuando se plantean dudas sobre la naturaleza maligna de un tumor, se puede recurrir a diferentes pruebas diagnósticas como la dermatoscopia, que permite visualizar de manera amplificada las lesiones cutáneas; o la biopsia cutánea para realizar un estudio histológico que confirme el diagnóstico clínico.
TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PIEL
Generalmente, el tratamiento suele ser con cirugía dermatológica
(técnica quirúrgica utilizada para la extirpación de lesiones cutáneas y la posterior reconstrucción de la piel de la zona afectada), siempre que el tamaño de la lesión y la localización permitan la total extirpación del tumor y un resultado cosmético adecuado. Además, esta cirugía permite el estudio completo de todo el tumor a través del microscopio.
El tratamiento será individualizado y la técnica utilizada dependerá del tipo de patología, del tamaño, localización, características del paciente.
La práctica totalidad de las intervenciones se realizan con anestesia local en nuestros modernos quirófanos, y suele durar unos 30 minutos.
El equipo de Cirujanos Dermatológicos de IMEMA aplica las técnicas quirúrgicas más avanzadas para resolver los tumores de manera eficaz logrando que las cicatrices sean lo más estéticas posibles.
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