El boletín dermatológico INFORMATIVO IMEMA, presentado por Elena Reinés, periodista del Área de Comunicación de la Clínica Imema, nos explica hoy en qué consiste la exfoliciación o “peeling químico”, un tratamiento que ayuda a combatir el envejecimiento en hombres y mujeres.

“El refranero no se equivoca, la cara es el espejo del alma, y las manchas, las arrugas, cicatrices o lesiones de acné, provocan que ese retrato que reflejamos tenga cierto aire vintage.

En este caso, el “peeling químico” se realiza en tan solo una hora y no necesitamos de bisturí ni agujas para luchar contra el tiempo. Su principal objetivo es retrasar la presencia de todas aquellas señales que nos avisan de que estamos empezando a hacernos mayores. ¿Qué es un exfoliante o “peeling químico”?

Hay diferentes tipo de “peelings químicos”, en función de los productos que se usen; por ejemplo, con ácido glicólico, ácido láctico o ácido salicílico.

Este último, el ácido salicílico, es un beta-hidroxiacido (compuesto orgánico ácido); es decir, parte de esta molécula está separada, por lo que es más soluble y por lo tanto penetra mejor en los poros de la piel.

El ácido salicílico actúa cómo queratolítico de la piel, eliminando así las células muertas del rostro, además de suavizarlo para evitar el bloqueo de los poros.

Es decir, que en general, mejora el aspecto de la piel, reduce las imperfecciones y previene que se formen otras nuevas.

¿Cómo se emplea este exfoliante en nuestra piel de la cara?

El primer paso de todo peeling consiste en desmaquillar la piel y tonificar, en este caso también se utiliza un desengrasante para dejar la piel preparada y perfecta para el procedimiento.

A continuación se aplica el ácido salicílico en la cara, y según la epidermis del paciente se procederá a dar una o dos capas de producto.

Transcurrido el tiempo de exposición es necesario lavar la zona adecuadamente, para evitar dejar restos de este ácido. Seguidamente, se aplica una solución neutralizante para recuperar y equilibrar de nuevo el ph de la piel.

Para finalizar se coloca una mascarilla para calmar y restaurar el manto hidrolipídico de las zonas tratadas.

Los resultados de este tipo de tratamientos difiere según la intensidad del peeling, y varían desde una simple eliminación de la capa superficial de la dermis hasta una renovación cutánea profunda.

Es ideal tanto para hombres como para mujeres, y permite eliminar las manchas solares, cicatrices de acné y difuminar las líneas de expresión, consiguiendo así un cutis más luminoso, joven, sano y terso.

Y para finalizar este informativo, nos despedimos con el CONSEJO IMEMA:

Tras un peeling químico es fundamental usar fotoprotector solar, ya que la piel está mucho más sensible porque se está regenerando.

Pero si el objetivo de cualquier peeling es frenar el envejecimiento, el primer paso para ello es usar crema solar todos los días de tu vida, incluso en aquellos que no haga sol.

Y es que al igual que los años nos otorgan cientos de recuerdos, la piel también tiene memoria, y si quieres evitar el fotoenvejecimiento y disminuir el riesgo del temido cáncer de piel, recuerda esta frase: el sol que tomas hoy lo notarás mañana, así que… protégete.

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