¡Hola! ¿Cómo podemos ayudarte?
¿Qué cuidados debo tener después?
Una vez finalizada la sesión, se aplica pomada antibiótica y se cubre la zona tratada con un apósito.
Las curas deben realizarse a diario hasta que la piel se recupera. Es normal la aparición de inflamación leve, hematoma y en ocasiones pequeñas ampollas que se producen debido a la “explosión” del pigmento bajo la piel.
Transcurrida la primera semana, la zona tratada puede llevarse descubierta, procurando evitar la exposición solar y aplicando una crema cicatrizante.
La siguiente sesión se realiza una vez haya transcurrido un mínimo de un mes y medio desde la primera sesión, para que el organismo regenere la piel y el sistema linfático realice la “recogida” del pigmento fragmentado en la sesión anterior.