La alopecia es una patología que afecta, en mayor o menor grado, al 40 por 100 de los hombres que superan los 50 años. Y es que, sin lugar a dudas, la pérdida de pelo es la principal preocupación estética de los hombres. No sólo porque les envejece prematuramente, sino también porque la pérdida de autoestima que les provoca es directamente proporcional a la caída capilar que sufren.
El Dr. Eduardo López Bran, dermatólogo y director del Instituto Médico Estético de Madrid (IMEMA), centro de referencia internacional en el tratamiento y cirugía capilar, al que le avalan más de 20 años de experiencia, reconoce que “más de la mitad de las consultas que atiendo corresponden a pacientes de entre 25 y 35 años, con un mismo problema: padecen una incipiente alopecia androgenética o calvicie común”. Igual que los tratamientos de medicina estética ahora se hacen justo antes de que los signos de envejecimiento se instalen, el Dr Lopéz Bran considera que lo mismo se debería hacer con la alopecia. “No esperar a que las entradas tomen terreno y la frente se “despeje” totalmente, sino al iniciarse la pérdida de densidad capilar para frenar su avance”. ¿La solución? El trasplante capilar preventivo. “La tendencia actual es realizar trasplantes lo más precozmente posible. Así se evita llegar a tener áreas sin cabello y su repoblación, pasa totalmente inadvertida”, explica este experto en cirugía capilar. El pelo que se ha implantado, arraiga y crece en su nueva ubicación, no se cae jamás porque se ha trasplantado de una zona inmune a la alopecia, habitualmente de la parte inferior de la nuca.
En el caso de alopecias androgenéticas severas, en que se pueden detectar nuevas áreas de pérdida de densidad capilar, esta intervención se puede repetir sin problema, puesto que se puede practicar las veces que sea necesario. Así el paciente mantiene la densidad capilar de manera natural e indetectable, sin sufrir el proceso, tan traumático y que tanto acompleja a los hombres, de verse calvo.
Avances en el trasplante capilar.
El Dr. Eduardo López Bran, desde hace más de 20 años, viene realizando con éxito trasplantes capilares. A lo largo de este tiempo, ha ido perfeccionado y evolucionando su técnica, desde el microinjerto, pelo a pelo, al trasplante de unidades foliculares, unidades de 1-3 pelos que crecen de forma natural en el área donante, que deben mantenerse intactas porque si no se pierden. “La gran ventaja de esta técnica es que permite un crecimiento de todo el pelo trasplantado, con un resultado natural”, afirma este dermatólogo.
¿Técnica FUE o de la tira?
Actualmente la obtención de las unidades foliculares para realizar trasplantes capilares se realizan a través de dos técnicas:
- La técnica FUE (Folicular Unit Extraction). Se rasura la zona donante, parte baja de la nuca y área temporal, y directamente se extraen, una a una, las unidades foliculares del cuero cabelludo. No se realizan cortes, puesto que la extracción se hace con la ayuda de un sacabocados milimétrico y, por lo tanto, no deja cicatriz alguna. En cada intervención se suelen trasplantar unas 1.500 unidades foliculares. Esta novedosa técnica “es muy laboriosa, requiere unas 6 horas de intervención, además de una gran precisión y experiencia”, afirma el Dr. López Bran. Recomienda la técnica FUE para personas que habitualmente llevan el pelo rapado, así como para repoblar áreas pequeñas del cuero cabelludo o zonas como las cejas o la barba.
- La técnica de la tira. Esta forma tradicional de obtención del pelo ha experimentado importantes avances ya que la anchura de la tira, incluyendo las unidades foliculares, ha disminuido considerablemente (de 2,5 a 0,8cms) aumentando su longitud que puede ir desde una oreja a la otra. La incisión se cierra, sin tensión, con una sutura que deja una cicatriz milimétrica, casi imperceptible. Los puntos se retiran a los 10-12 días de la intervención. El número de unidades foliculares que se obtienen con esta técnica de la tira es casi el triple que las que se consiguen con de la técnica FUE y, además la obtención de la tira se realiza en tan sólo media hora. “Esta técnica, lógicamente la recomiendo cuando las zonas afectadas por la alopecia son amplias”, explica el Dr. Eduardo López Bran. Una vez obtenidas las unidades foliculares, ya sea por la técnica FUE o la de la tira, en función del área a repoblar, el procedimiento para implantar el pelo es idéntico en ambos casos. “El diseño y forma de distribución del pelo que se va a trasplantar se estudia meticulosamente, previamente a la intervención, entre el dermatólogo y el paciente, para conseguir la perfección estética y un resultado totalmente natural”, afirma López Bran.
El postoperatorio.
No plantea inconvenientes, puesto que la administración de antiinflamatorios, antibióticos y analgésicos, al terminar la intervención, disminuyen considerablemente la posibilidad de edema, evita el dolor y el riesgo de infecciones. Se recomienda lavar la cabeza a las 12 horas de la intervención y continuar haciéndolo a diario. Así se reduce el periodo de duración de la costritas que se forman allí donde se han realizado los implantes, que desaparecen totalmente a la semana de la intervención.
Los resultados.
El pelo inicial, tras el trasplante, nace más fino y claro pero en un periodo que oscila entre los seis y ocho meses, ya crece más grueso y pigmentado, hasta alcanzar el mejor resultado posible, al año del trasplante. Se puede acortar el tiempo de obtención de los resultados empleando minoxidil y/o factores de crecimiento plaquetarios. El pelo trasplantado no requiere ningún cuidado específico ya que no está predispuesto para perderse y se mantendrá en la zona trasplantada a lo largo de los años. Actualmente los resultados que se obtienen son excelentes.
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